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¿Dónde vivir un libro? Pompeya

¿Nunca te has parado a pensar lo curiosamente que está organizado el mundo?

Pompeya de Robert Harris

Situaciones como la pandemia que estamos viviendo nos hacen pensar día y noche en el estrecho hilo que separa la vida de la muerte. El camino agónico que nos conduce al final de nuestra existencia puede ser lento y doloroso, pero en otras ocasiones es súbito e imperceptible. Como la explosión de un volcán.

Pompeya (2003) es la novela histórica del escritor británico Robert Harris que relata una de las catástrofes naturales más recordadas de todos los tiempos: la erupción del volcán Vesubio que acabó, en el año 79, con la ciudad italiana edificada a sus pies. La narración nos ofrece un panorama a detalle de los lugares donde transcurre y nos adentra en la forma de vida y el pensamiento en tiempos de la antigua Roma.

La historia comienza dos días antes de la erupción, con la llegada del ingeniero hidráulico Marco Atilio a la Bahía de Nápoles para reemplazar al antiguo encargado del sistema de acueducto en el área de Pompeya, quién días atrás había desaparecido misteriosamente. Después de ser llamado a una de las casas más ricas del territorio para investigar sobre un posible envenenamiento del agua, Marco descubre que el líquido llevado por el Aqua Agusta, acueducto que proveía ocho diferentes ciudades en la bahía, tiene rastros de azufre, además de que el depósito central de Miseno, lugar donde terminaba el conducto, está seco.

Esta curiosa circunstancia obliga al ingeniero a recorrer el acueducto en busca del defecto que está provocando la escasez del agua. En su camino se topará con distintos presagios, una conspiración y un romance repentino, que conducirán la lectura, al lado del incansable instinto de supervivencia, de una manera apocalíptica hacia el final que ya es historia.

Uno de los aspectos más interesantes de la novela es la explicación precisa de los detalles arquitectónicos y el funcionamiento de los acueductos a lo largo de la narración, asimismo el autor evoca la distribución horaria y los nombres de los días que utilizaban los romanos, logrando así, sumergir al lector una emocionante experiencia histórica.

Pompeya: la ciudad bajo el Vesubio

La Bahía de Nápoles en Italia es un paraíso en todos los sentidos; con playas de agua cristalina, grutas bañadas por el Mar Mediterráneo, joyas arquitectónicas como plazas, teatros y castillos, además del mítico volcán Vesubio que vigila incansable los vestigios arqueológicos de la ciudad que devastó, sin duda podrías pasar un verano completo sin aburrirte.

Pompeya fue una ciudad romana edificada en esta área, aunque se desconoce la fecha exacta, varios siglos antes de Cristo. Es conocida por haber permanecido sepultada bajo treinta metros de material volcánico, principalmente ceniza y piedra pómez, después de la erupción del volcán Vesubio en el año 79 d.C. Su reaparición sucedió en el siglo XVI mientras un arquitecto cavaba un nuevo cauce para el río Sarno, pero no se le dio importancia sino hasta dos siglos después cuando un ingeniero español exploró el área en busca de piezas artísticas.

La ciudad que se creía perdida e incluso había desaparecido de la memoria colectiva comenzó a ser desenterrada. Poco a poco surgieron de entre las cenizas los vestigios de sus edificaciones, un sinfín de objetos cotidianos y piezas de arte, pero lo más impresionante son los restos humanos de los pompeyanos que no lograron abandonar la ciudad. Si bien lo único que se encontró fueron huesos, la forma de sus cuerpos quedó fosilizada y el arqueólogo Giuseppe Fiorelli tuvo la idea de rellenar con yeso el espacio que conservó el material volcánico, por ello hoy podemos ver estas singulares figuras a lo largo del recorrido que ofrece el parque nacional del Vesubio.

Pompeya fue declarada patrimonio de la humanidad por la UNESCO y puedes recorrerla entera en pocas horas admirando los restos de sus basílicas, templos, foros, su gran anfiteatro, viviendas y hasta un prostíbulo de la época. Visitar esta antigua población romana será una experiencia irrepetible, pues no olvides que caminas sobre la ciudad que duró siglos sepultada bajo la ceniza a causa del volcán que te mira imponente desde lo alto. Es tan estremecedor como impresionante ver la debilidad en las expresiones de los rostros de las figuras humanas y ser testigo, al mismo tiempo, de la legendaria fuerza romana reflejada en sus construcciones que casi dos milenios después siguen en pie.

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