¿Quién es Luis Enrique Bolivar?
Un venezolano, publicista y comunicólogo, amante de México -mexicano de corazón-, lugar que me ha permitido desarrollar una satisfactoria carrera en el medio de la moda. Es difícil autodefinirse, porque propuesta. Lo siguiente es estudiar la marca en términos corporativos para continuar con el desarrollo de un brief y una propuesta económica para su posterior aprobación. Siempre busco en mi mente una deberían ser los demás quienes asuman esa tarea para conexión entre el proyecto y alguna vivencia, algún no caer en los excesos d e la subjetividad o, incluso, libro, película, tema musical, exposición, obra, artista o infravalorarse. Sin embargo, asumo el reto, por lo cual
estimulante artístico para vincular la idea a estas diría que soy un entusiasta, idealista y comprometido experiencias socioculturales. Por supuesto que genero con todo lo que mi sector profesional necesite; siempre y cuando se me considere como un individuo un enlace con lo aprendido en el ámbito académico y con las directrices del desempeño profesional. Luego
capacitado para ello.
¿Cómo nace tu amor por la moda?
En el año 1984, en mi tierra natal, pude ver la transmisión televisiva del certamen de belleza más
importante que por tradición se celebra allá desde 1952. Algo en mí fue impactado por aquellas beldades y sus atuendos. Es la clásica magia que ha cautivado desde mediados del siglo XX a casi todos mis paisanos. Como alguna vez declaró Miss Venezuela 1989 -mi favorita- Eva Lisa Ljung: “Las misses somos la fantasía del pueblo”. Es una cuestión muy de esa tierra
sudamericana y yo no fui ajeno a ello. Sin embargo, en aquel momento de mi infancia no entendí esa ilusión.
Estuve presente en ese concurso en las ediciones de1991 a 1995, donde pude ver de cerca piezas de grandes creadores como Gianfranco Ferré para la casaDior, Valentino, Bob Mackie, Guy Meliet, Ángel, entre otros.
Estudié muy poco tiempo la ingeniería de sistemas y justo ahí, comprendí que a pesar de mis habilidades para las ciencias exactas, lo mío era el lado humanístico.
Me gradué en publicidad y, más tarde, en comunicación social. Mientras se desarrollaba mi vida
académica -y en paralelo a mis vivencias con la contienda de belleza-, en ambos casos, siempre
intenté orientarme al área de la moda. No obstante, sabía que quería estar en el medio no como diseñador sino como algo más, lo cual tomó forma una vez que llegó a mis manos la revista Flaunt de los Estados Unidos de América; es una larga historia que no cabe aquí, pero terminé como editor asociado en sus versiones para Venezuela y para América Latina, desde
Guadalajara, México. Ese fue el inicio…
¿Nos podrías compartir cómo desarrollas cada uno de
tus proyectos?
Lo primordial es el encuentro con el cliente, entender sus necesidades e intentar descifrar las vías creativas para poder satisfacer a su público. Siempre tomo en consideración cómo y cuánto nos entendemos y cuánta confianza me demuestra. Si considero que existe alguna barrera al respecto, prefiero desechar la propuesta. Lo siguiente es estudiar la marca en términos corporativos para continuar con el desarrollo de un brief y una propuesta económica para su posterior aprobación. Siempre busco en mi mente una conexión entre el proyecto y alguna vivencia, algún libro, película, tema musical, exposición, obra, artista o estimulante artístico para vincular la idea a estas experiencias socioculturales. Por supuesto que genero un enlace con lo aprendido en el ámbito académico y con las directrices del desempeño profesional. Luego el equipo de trabajo termina de orientarme y brinda su apoyo para la creación de las piezas solicitadas. Esta gente es la clave para que todo funcione; sin ellos no sería posible.
¿Cuál crees que es tu esencia que te diferencia en el medio de la moda y tu profesión? Es posible que se trate del resultado de una fórmula particular: la sólida formación académica que recibí en mi juventud, la instrucción constante en diversos temas, la capacitación multidisciplinaria, el desempeño de la docencia universitaria, el aprendizaje que me brindan mis alumnos -quienes se convierten en mis maestros e inspiradores- y las experiencias y beneficios que ofrece el tener cierta edad, pues ya cuento con medio siglo de buen vivir.
¿Cuál podría ser un recuerdo ó experiencia que ha marcado tu vida en un antes y un después de Luis Enrique Bolivar? Son muchos, pero podría destacar el haber sido editor de la revista Blink, el desempeño docente y el reencuentro con mi país el pasado año 2024.
¿Has enfrentado desafíos o momentos difíciles en tu carrera artística? ¿Cómo los has superado? Muchos, porque cada día es un reto, cada proyecto también lo es; algunos más difíciles que otros, pero he conseguido superarlos al tomar siempre la decisión adecuada, gracias a algo intangible -llamémosle “olfato”- y al contar con gente maravillosa a mi alrededor. Eso es suficiente para salir adelante en todo momento.
¿Cuál es tu hobby favorito?
Disfrutar de la cinematografía, la música, la literatura y el arte en general. Sin embargo, debo mencionar que desde hace un tiempo he desarrollado producciones musicales para desfiles de moda; eso inició como una pequeña inquietud de generar audios que se adecuaran a la narrativa de las colecciones, a los niveles atencionales de las audiencias de esos espectáculos. Como pude, aprendí sin llegar a ser un profesional. Pudo comenzar como hobbie y aún lo es, pero al mismo tiempo, ya tengo una clientela en esa actividad. ¡Soy feliz!
¿Tienes algún ritual o hábito antes de comenzar algún proyecto?
Ningún proyecto es igual a los demás, pero presto especial atención al nivel de confianza que percibo del cliente hacia mi persona como profesional. Si existe, eres mi cliente. Si no está, no soy tu proveedor…
¿Cómo encuentras el equilibrio entre tu vida personal y tu carrera? Es muy complicado porque la moda, al tener una naturaleza creativa y social, se cuela en tu vida personal; puede llegar a estar presente 24 horas los 365 días del año. ¡Es una locura! Desde hace poco, decidí cortar de tajo y cada vez doy más importancia a mi persona, a mi interior, sin desestimar lo profesional. A fin de cuentas, el trabajo nunca falta, por bendición de Dios.
¿Qué consejo o mensaje les darías a todos los jóvenes que te han seguido los pasos o han sido tus alumnos y han aprendido de ti en esta profesión y camino en la moda? Les diría que se formen de manera constante, tanto en moda como en cualquier otra área porque todo nos funciona en el terreno creativo. Sugeriría que sean firmes y, al mismo tiempo, que busquen todo más allá de la propia moda; que luchen por no quedarse en esa parte del medio constituido por el llamado “reino de las apariencias”…